Brilla a tu Propio Ritmo

La vida te enseña a no forzar nada, cuando intentas forzar algo lo alejas de ti, incluso si lo consigues, requiere de mucha energía para mantenerlo. La vida nos enseña que debemos permitir que las cosas fluyan en vez de intentar imponer nuestra voluntad.

Todos hemos visto la historia del chico que se obsesiona y persigue a la chica de sus sueños, pero mientras más la persigue lo único que consigue es alejarla de él. Mientras más intenta forzar una relación más disminuyen sus posibilidades de éxito.

No solo ocurre en el amor, también en otras áreas de la vida, no puedes forzar una amistad, no puedes forzar tu cuenta bancaria a aumentar de valor, tampoco puedes forzar a un cliente a comprar, así como tampoco puedes forzar a una semilla a nacer antes de tiempo y sin darle las condiciones óptimas para su crecimiento, la vida no funciona así.

No podemos imponer que algo suceda en el tiempo que uno desea, debemos permitir que suceda en su ritmo natural. Se trata de un cambio de mentalidad, de perseguir a atraer.

Si quieres una relación, un amor o una amistad debes atraerla a ti, si quieres más dinero debes atraerlo a tu vida, si quieres más clientes debes atraerlos a tu negocio y así con todo lo que quieres en la vida.

Un ejemplo sencillo es que una persona feliz atrae a otras personas felices, y una persona que esté deprimida no puede atraer a una persona feliz, porque ambas están vibrando en niveles de frecuencia muy diferentes, cada una va por su lado.

Te imaginas una persona feliz tratando de forzar a una persona deprimida a estar feliz o viceversa, no puedes forzarla, pero si la puedes contagiar, la felicidad y la tristeza son contagiosas.

En fin, para pasar de forzar o perseguir algo a atraerlo, debes trabajar en ti, si quieres más dinero, no salgas a perseguirlo, convierte en una persona que merece más dinero, por tu conocimiento, por tus habilidades, por algún talento que has desarrollado, por tus hábitos financieros saludables, etc. trabaja en ti misma, crea las condiciones necesarias y lo que quieres vendrá.

Cuando corro tras lo que creo querer, mis días arden con angustia y ansiedad, si me siento, paciente, todo lo que necesito fluye hacia mí sin ningún dolor. Así, concluyo que lo que quiero también me quiere, me busca y me atrae. 

Deja Fluir: «No te aferres a nada ni a nadie, todo tiene su momento en nuestras vidas y también tiene un porqué.» 

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